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Inacabada

Cartel concierto

INACABADA - ORQUESTA UC3M

Sábado 8 de mayo de 2021 a las 20:00 h
CC Paco de Lucía 19h
Dir: Jerónimo Marín


PROGRAMA

Serenata para vientos Op.44 de A. Dvořák (1841-1904)


1. Moderato, quasi marcia 
2. Minuetto. Tempo di minueto
3. Andante con moto
4. Finale. Allegro molto


Sinfonía nº8 “Inacabada” en Sim de F. Schubert (1797-1828)


1. Allegro moderato
2. Andante con moto

NOTAS AL PROGRAMA


El término Serenata, de larga historia en el terreno musical emparentada con nocturnos y casaciones, se define como un saludo musical para el amante, el amigo o una persona de rango a la que queremos honrar. En ella también va implícito el hecho de que suele ser música para ser interpretada al aire libre, por lo que nos vamos a encontrar un mayor uso de instrumentos de viento, de mayor intensidad que sus hermanos de la sección de cuerda. De igual manera, no hay reglas sobre cómo de larga, es decir, el número de movimientos, ha de ser la serenata, pudiendo encontrarnos desde cuatro hasta diez movimientos. En cualquier caso, un rasgo común
de estas obras es la frescura de sus melodías, su carácter de liviandad y su falta de pretensiones, hasta el punto de que es posible encontrar aromas populares entre sus melodías y armonías.


La Serenata para vientos Op.44 de Dvořák es de 1878 y fue estrenada en el Teatro Provisional de Praga en noviembre de ese mismo año dirigida por el autor. Evocadora de la atmósfera musical que pudiera escucharse en los castillos centroeuropeos en el Rococó, sus cuatro movimientos tienen un claro aire eslavo, aunque no se encuentren citadas melodías populares directamente; fíjense como el
trío del minueto es una danza Furiant, típica danza rápida checa.
Dentro de la copiosa producción de Franz Schubert, encontramos decenas de obras incompletas, algunas simplemente abocetadas, pero otras muchas con varios movimientos concluidos y abandonadas en mitad de algún otro movimiento. Esta práctica tan poco habitual, se debe a su enorme talento y caudal imaginativo que le impelía a componer sin tener a la vista encargos ni obligaciones.

En 1822 Schubert recibió un diploma honorífico de la Sociedad Musical de Graz, y como agradecimiento entregó dos movimientos de una Sinfonía en Sim a su amigo Anselm Hüttenbrenner, destacado miembro de esta sociedad, el cual guardó el manuscrito hasta 1865 en que lo dio a conocer. Con un estilo maduro, estos dos movimientos bastan para proclamar la grandeza de este autor, con su habilidad para la melodía memorable.

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