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El acto ha contado con la presencia de otras autoridades políticas y académicas, como el consejero de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la CM, Enrique Ossorio; directores generales y viceconsejeros de la CM; el presidente del Consejo Social de la UC3M, Matías Rodríguez Inciarte; y el secretario general de la Universidad, Marcos Vaquer, que ha realizado la lectura del resumen de la memoria del curso académico 2020/2021 de la UC3M. Además, se ha contado con la presencia de más de una decena de rectores de las universidades públicas y privadas de la Comunidad de Madrid.

Las lecciones inaugurales corrieron a cargo de los profesores Antonio Cabrales y Montserrat Iglesias, de los Departamentos de Economía y de Humanidades: Filosofía, Lenguaje y Literatura de la UC3M, respectivamente. Antonio Cabrales resaltó en su discurso el papel importante que ha desempeñado la universidad en la solución de la crisis provocada por la Covid. “Varias de las vacunas las han desarrollado profesores universitarios financiados en buena medida con fondos públicos, se han investigado modelos epidemiológicos que permiten optimizar las estrategias de contención de los virus y se ha estudiado a fondo el impacto de la crisis en la economía, la ecología o la salud mental”, por ejemplo. “Esta experiencia prueba que la universidad puede y debe contribuir de manera prioritaria a la solución de muchos otros desafíos futuros”, añadió, haciendo referencia después a diversas aportaciones académicas en el ámbito de la economía para hacer frente al cambio climático.

Montserrat Iglesias destacó el papel que desempeña la universidad para hacer posible el necesario e imprescindible encuentro entre el saber científico-tecnológico y el saber humanístico, es decir, en el cruce de caminos entre las ciencias y las humanidades. ”Es esencial el análisis crítico humanista y la incorporación de un criterio ético en el planteamiento del desarrollo científico y tecnológico, al tiempo que debemos atender y dar cuenta de las formas en las que el pensamiento y la creación artística y cultural responden a dicho desarrollo”, comentó. Este diálogo conjunto nos va a permitir situar en el centro de la revolución científica y tecnológica al ser humano, según la profesora Iglesias: “Proteger, respetar y cuidar a las personas deben ser los parámetros que fijen el marco del desarrollo científico-tecnológico, igual que las personas tenemos la obligación de cuidar y proteger el planeta y el resto de sus seres vivos”.

En su discurso, el rector Juan Romo apuntó que uno de los papeles de la universidad es el de “aunar conocimiento y futuro”. “En la universidad se genera y transfiere el conocimiento a través de la educación” —afirmó—, “es un espacio privilegiado del conocimiento, la creatividad, el sentido crítico y la libertad”. El rector puso en valor la calidad del sistema universitario madrileño, mencionando diversos rankings internacionales que avalan su excelencia académica, así como su vocación internacional y europeísta.

Por su parte, Isabel Díaz Ayuso aludió en su intervención al papel de la universidad en la preservación “del patrimonio milenario de ciencia, arte y cultura porque ellos son el suelo que pisamos y la raíces que nos alimentan”. También resaltó las fortalezas del sistema universitario madrileño y el gran orgullo “de estar en la 'champions' de la educación superior, con cuatro de nuestras universidades públicas en las alianzas internacionales que la Unión Europea está impulsando”.