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La UC3M consigue dos ayudas de Fundación BBVA para investigación científica de vanguardia

15/05/19

Dos proyectos de investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han sido seleccionados por la Fundación BBVA en su convocatoria de ayudas a 25 equipos de investigación científica de vanguardia. Los proyectos que obtendrán  financiación han sido seleccionadas entre 618 solicitudes. La UC3M es la segunda universidad española que más proyectos consigue en esta edición.

Investigación Vanguardia Fundación BBVA
 

Los proyectos abordan una amplia variedad de temáticas de interés social en las áreas de biomedicina, ecología y biología de la conservación, economía y sociedad digital, big data y humanidades digitales. Los equipos se caracterizan por una elevada multidisciplinariedad (entre 3 y 21 investigadores por proyecto) y su dirección corresponde en su mayoría a catedráticos de universidad (16) y profesores titulares (5).

El objetivo de este programa de ayudas a equipos de investigación científica de la Fundación BBVA, creado en 2014, es impulsar la investigación básica, traslacional o aplicada en áreas de alto interés social. Esta iniciativa se fundamenta en el apoyo a la excelencia y al talento innovador y la selección se realiza por comités de expertos en cada área.

Un algoritmo para monitorizar pacientes psiquiátricos

Los proyectos que recibirán estas ayudas en la UC3M se enmarcan en dos áreas. En el área de big data, el proyecto dirigido por el catedrático del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad, Antonio Artés Rodríguez, se centra en la creación de un algoritmo que caracterice el comportamiento de los pacientes psiquiátricos. Para ello, se recogerán datos a gran escala para conocer su estado mental y poder ayudar a pacientes que están en tratamiento psiquiátrico de una manera más eficiente. Para lograrlo, recogerán datos de pacientes -que previamente han dado su consentimiento, garantizando su privacidad- en colaboración con el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Esta información se obtendrá a través de los teléfonos móviles, que monitorizarán la movilidad del paciente, su actividad o el sueño. Posteriormente, mediante Deep Learning, utilizarán todos esos datos dispersos y heterogéneos para transformarlos en modelos interpretables que puedan ser de ayuda para los pacientes.

El impacto que puede llegar a tener esta investigación es la de permitir una evaluación del estado de un paciente de manera automática. El psiquiatra podrá conocer cómo es su comportamiento fuera de la consulta y, por ejemplo, estar al tanto de su reacción ante un tratamiento o terapia para saber si funciona o hay algún cambio de patrón y a partir de ahí tomar la decisión que considere oportuna. La metodología de este estudio no solo es aplicable a la psiquiatría, sino que es extrapolable a cualquier campo en el que el comportamiento humano sea relevante, como las finanzas, la medicina en general, la seguridad, la publicidad o el marketing.

Redes sociales como fuente de análisis de comportamientos

El otro proyecto de investigación UC3M que ha conseguido una de estas ayudas se enmarca en el área de la economía y la sociedad digital. El equipo dirigido por el catedrático de Economía de la UC3M, Ignacio Ortuño Ortín, integra a ingenieros y economistas para utilizar las redes sociales como una fuente de datos  de investigación. Parte de la idea de que la información que los usuarios vierten en sus redes sociales se puede utilizar del mismo modo que las encuestas, para crear una gran base de datos sobre preferencias y comportamientos. De este modo, analizarán la información (agregada y anónima) que Facebook ofrece sobre las preferencias de sus 2.000 millones de usuarios para trazar mapas y medir las distancias culturales entre distintos grupos sociales.

Con ese análisis se pretende determinar, por ejemplo, el grado de integración de los inmigrantes en una sociedad determinada (comparando los intereses de los inmigrantes con los intereses de los ciudadanos locales). Los investigadores han recopilado una gran cantidad de información de la red social y han constatado que es más completa que la de las encuestas tradicionales, por lo que consideran que podrían elaborar índices de estabilidad para todos los países del mundo, incluidos aquellos en los que los datos de las encuestas suelen ser escasos.